Es injustificable pagar la provocación contra el islam con la misma moneda
Valencia,22/09/2012,levante-emv.com,J.M.VIGARA
Representantes islámicos de Valencia califican de pornografía el filme sobre  Muhammad

El Consejo Islámico Superior de la Comunitat Valenciana (Ciscova), cuyo presidente  es Said Ratbi, condenó ayer «las provocaciones a los musulmanes», en relación a la  difusión por internet de una película en la que se hace mofa de Mahoma y que ha  suscitado una ola de manifestaciones violentas en varios países como Libia, Túnez,  Irán, Marruecos, Afganistán o Egipto.

El Consejo Islámico, que agrupa a 75 entidades de la Comunitat Valenciana y que  representa al 60 % de los 200.000 musulmanes que viven en territorio autonómico,  subrayó ayer que estos momentos de crisis y convulsiones socioeconómicas, «también  se difunden ofensas gratuitas a los sentimientos religiosos, en esta última ocasión  hacia los musulmanes, haciendo públicamente escarnio de sus creencias, lo que hiere  la sensibilidad de muchos». «El filme burlesco contra el Profeta», remarca el  dirigente, ha suscitado «un amplio rechazo desde sectores de todo credo y  convicción», y ha motivado «la respuesta violenta de una minoría irreflexiva con  daños a vidas y propiedades».

Los responsables del Ciscova manifiestan «nuestra condena ante las ofensas y  provocaciones, tanto a los musulmanes, como al resto de religiones, siendo  absolutamente injustificable el pagar con la misma moneda o excederse realizando  agresiones todavía más graves incluso con pérdida de vidas humanas, lo que también  condenamos». El Consejo Islámico, junto con sus comunidades religiosas miembros,  «debe transmitir un mensaje de respeto a los sentimientos religiosos de todos los  creyentes de toda confesión, y de rechazo a la comisión de actos contra el orden  público, las propiedades o las personas, recordando el máximo respeto debido a las  representaciones y representantes de los diversos Estados soberanos establecidos  sobre la faz de la Tierra».

Los portavoces de esta organización están siempre dispuestos «a defender los  derechos y las libertades fundamentales de los ciudadanos de España y del resto del  mundo y a trabajar para la resolución pacífica de conflictos, siempre con una  aportación positiva y hermanada entre todos». En ese sentido, desean que en un  futuro «haya una legislación que regule y condene las publicaciones o difusiones que  atacan a las religiones y hieren las sensibilidades de sus seguidores».

El viernes, miles de musulmanes se echaron a la calle y los enfrentamientos con los  islamistas radicales se cobraron una decena de muertos y multitud de heridos en  Sudán, Túnez y Libano. Las embajadas norteamericanas han sido el foco de la ira de  los manifestantes e incluso un enviado estadounidense ha sido asesinado.

UCID Valencia: «Es una ofensa»

Por su parte, el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Valencia (UCID  Valencia), Ihab Fahmy, calificó de «pornografía, esta cinta realizada por dos  estafadores que han recibido dinero para generar odio y provocación entre la  pacífica comunidad musulmana, de Estados Unidos y Europa». Fahmy resaltó que tras la  «buena imagen dada» por la juventud musulmana con la denominada «Primavera árabe»,  se ha querido lanzar una provocación para extraer «la cara violenta» de los  seguidores islamistas más radicales. En su opinión, «estos estafadores tienen que  pagar de por vida con la cárcel por ser responsables de una decena de muertes,  incluidos los diplomáticos de la Embajada de EE UU». En cualquier caso, significó  que las protestas hay que canalizarlas «de forma legal». «Nuestra reacción -señañó- tiene que ser extender el ejemplo de la conducta de Muhammad con una respuesta  pacífica y con la respuesta del amor a todo el mundo y a Dios, cada cual con su  credo», comentó.

UCID Valencia pertenece a UCID España, la Unión de Comunidades Islámicas, que  también ha condenado las «ofensas gratuitas» lanzadas contra los musulmanes  «haciendo públicamente escarnio de sus creencias» pero que ha advertido que es  «injustificable» pagar con la misma moneda.
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